Se puede perdonar una infidelidad.
Y no lo digo como pregunta, sino como afirmación. Estoy convencida de que se puede perdonar una infidelidad. Y que, si tú lo estás pasando, puedes superar esa situación tan dolorosa.
Y para eso es necesario que hablemos del perdón.
Un proceso complejo
El perdón es un proceso complejo y subjetivo. Muy personal. No hay dos «perdones iguales», porque no hay circunstancias que lo sean.
Por eso, es importante asumir que el perdón puede ser comprendido de diferentes maneras por cada persona. Tú tendrás tu visión única sobre tu dolor, pero también sobre lo que para tí significa el perdón.
A pesar de ser un tema complejo y con diferente significado para diferentes personas, en términos generales, podemos decir que el perdón implica liberarse de sentimientos negativos como la ira, el resentimiento o el rencor hacia alguien que nos ha hecho daño.
El perdón mal entendido
El «mal entendido» está en que el perdón no es simplemente olvidar o ignorar el daño que has vivido.
Tampoco significa justificar o excusar el comportamiento del otro, ni tampoco renunciar a las emociones y sentimientos dolorosos que has vivido.
Perdonar es un proceso. Un proceso activo, donde le damos reconocimiento al dolor y al daño que hemos experimentado. Para luego, elegir conscientemente liberarnos de la amargura, la ira y el resentimiento que «nacieron» con ese engaño.
Perdonar no es ignorar.
Perdonar no significa que no ha pasado nada.
Perdonar no es justificar, encontrando una explicación racional.
Perdonar NO es, desde luego, minimizar el daño sufrido.
Perdonar no es hacer como que nada ocurrió.
Es un proceso de sanación personal, al final del cual, vas a permitirte liberarte del peso emocional del rencor y la ira.
Es quitarte lo que te está impidiendo avanzar hacia una vida más plena y feliz.
Lo que NO es el perdón:
- Olvidar o ignorar el daño que se nos ha causado: el perdón no implica minimizar o negar el daño que se ha hecho, ni tampoco se da por hecho que vayas a olvidar lo que ha sucedido.
- Justificar o excusar el comportamiento del otro: el perdón no implica decir que lo que hizo la otra persona está bien o justificado, sino aceptar que eso sucedió, para luego trabajar en dejar ir el dolor.
- Reconciliarse automáticamente con la otra persona: el perdón no implica necesariamente la reconciliación con la otra persona, especialmente si esa persona no muestra arrepentimiento o sigue siendo un riesgo para nuestra seguridad emocional o física. Es algo que tú eliges o no hacer.
Lo que SÍ es el perdón:
- Aceptar y procesar los sentimientos dolorosos: el perdón implica reconocer los sentimientos negativos y permitirnos sentirlos sin ser consumidos por ellos.
- Liberarse de la carga emocional: el perdón implica dejar ir el dolor y la ira, y encontrar una paz emocional con respecto al daño sufrido.
- Tomar la decisión de perdonar: el perdón es una elección consciente y no siempre es fácil, pero es un proceso liberador y sanador para nuestra propia salud mental y emocional.
¿Te ayudo?