El término inteligencia emocional ya no nos es ajeno. Seguramente tú eres consciente de que resulta un factor crucial para el bienestar y la felicidad de las personas, en todas las etapas de su vida. Especialmente en momentos duros de la vida, es importante analizar si hay signos de falta de inteligencia emocional en uno.
En una crisis, desarrollar y fortalecer tu inteligencia emocional puede marcar la diferencia en tus resultados y en tu calidad de vida. En este artículo, me gustaría apuntar a diez signos de falta de inteligencia emocional, que pueden estar afectando negativamente tus relaciones y tu vida en general. Lee con detenimiento cada uno de esos signos. Es posible que te reconozcas en uno o más. Recuerda que aunque detectemos signos de falta de inteligencia emocional, eso tiene solución. Dado que es una de las inteligencias humanas que mejorar con el aprendizaje y la puesta en práctica de esos conocimientos.
Diez Signos de Falta de Inteligencia Emocional
Querer tener la razón
Discutes y hasta que no te han dado la razón no paras. Querer tener siempre la razón, la última palabra, tanto en discusiones, como en reuniones o decisiones, es un signo de falta de inteligencia emocional. Mostramos una mente cerrada, una falta de apertura y empatía cuando nos aferramos, con obstinación, a nuestras opiniones. Es necesario considerar las perspectivas de los demás. La inteligencia emocional implica escuchar y comprender diferentes puntos de vista, a veces podemos descubrir que estábamos en un error. Es necesario tener paz, más que tener la razón. Por eso, puedes predisponerte a ceder y a encontrar soluciones o acuerdos.
Síndrome Adámico
Adán culpó a Eva. Eva, a la serpiente. ¿Te suena? De ahí proviene el término «síndrome adámico». Es el hecho de encontrar siempre un culpable para todo, o de señalar que algo ha sucedido por circunstancias externas. Obviamente, nunca por tu responsabilidad.
Derivar la responsabilidad a los otros o a las circunstancias externas, de manera habitual, es un signo de falta de responsabilidad emocional. Toma la decisión de vivir desde la auto responsabilidad. Con humildad y sinceridad puedes decir: Lo siento. Culpar a otros te quita valor ante los demás.
El Rol Victimista
Creer que lo malo siempre te persigue. Vivir en el sentimiento victimista ante todo lo que te ocurre y ante otras personas. Esta actitud también refleja un signo de falta de inteligencia emocional. Tus relaciones personales, laborales, de pareja, o incluso tu salud pueden verse afectadas al adoptar constantemente el papel de víctima. Desde la inteligencia emocional puedes asumir tu capacidad para tomar el control de tu vida, superar los obstáculos y vivir en el presente. Con resiliencia y determinación.
Justificar y argumentar
Has llegado tarde porque había tráfico. Les gritaste a tus hijos porque no obedecían. Trataste mal a tu pareja porque no te prestaba atención, porque estaba con su teléfono. Poner un porqué para argumentar y justificar tus conductas es recurrir a excusas, para así no asumir tu parte de responsabilidad ante los hechos, un mal resultado o incluso tu falta de éxito en la vida.
Las excusas constantes son una señal de falta de responsabilidad y evasión emocional. Una persona con una buena dosis de inteligencia emocional es humilde a la hora de reconocer sus errores y fracasos. Eso le beneficia, porque le preparara para aprender de ellos y utilizarlos como oportunidades de crecimiento y superación personal.
Nube Negra
Es también un signo de falta de inteligencia emocional el ser en exceso pesimista. Si eres de las personas que solo ven las nubes, y olvidan que el sol sigue estando allí, posiblemente necesites trabajar tu inteligencia emocional. Aunque en general una persona pesimista dice ser realista, si lo analizara podría comprobar que su «realismo» es muy negro... Y en la vida también hay mucho positivo. Incluso en la suya.
El pesimismo como filtro para la vida afecta la perspectiva que tienes de la vida. Se lleva tu capacidad para encontrar la alegría y la gratitud en las pequeñas cosas. Cultivar un enfoque más optimista y buscar soluciones positivas no significa ser ingenuos o tontos al no ver la negra realidad que ven tus ojos. Si lo crees así, harás bien en repensar esto.
Generación de Cristal
Ser susceptible, intolerante, ofenderse rápido, enojarse con facilidad. ¿Te suena? Se ha bautizado como Generación de Cristal a los jóvenes, sin embargo, estas actitudes son un signo de falta de inteligencia emocional que puede tenerse a cualquier edad.
La reacción excesiva, primitiva, la falta de control emocional puede hacerse evidente ante situaciones críticas. Incluso ante una infidelidad o una grave crisis de pareja, manejar tus emociones es posible. Puedes aprender a gestionar tu dolor, tu ira, el miedo… En el Taller de Inteligencia Emocional puedes aumentar tu inteligencia emocional.
Vivir Desconfiando
Si en tu mente suelen retumbar pensamientos como: «me quieren engañar, seguro que me está mintiendo» es normal durante una crisis de pareja con infidelidad. Porque realmente esto está sucediendo. Sin embargo, si antes de todo esto tenías una personalidad desconfiada, si veías complots por todos lados, posiblemente se deba a una pobre inteligencia emocional.
Vivir con desconfianza, a la defensiva y protegiéndote de todo y de todos es una fuente inagotable de tensión. Innecesaria, por cierto. La desconfianza erosiona las relaciones interpersonales. Si tú desconfías, te «proteges» y eso hace que los demás te vean como alguien de quien cuidarse también… Aprender a confiar en los demás, de manera adecuada, estableciendo límites saludables y reconociendo que no todas las acciones están motivadas por intenciones maliciosas, aumenta tu inteligencia emocional.
Cero Comunicación Emocional
Otro signo de falta de inteligencia emocional es la dificultad para hablar de manera clara sobre las propias emociones. El miedo a hablar de lo que duele, el miedo a la reacción del otro, pueden estar detrás de la incapacidad de expresar emociones. Poder tener esas conversaciones difíciles, con una comunicación asertiva, es uno de los aprendizajes que te brinda la mejora de tu inteligencia emocional. Uno de los puntos más importantes es el propio reconocimiento de nuestras emociones. Difícilmente podremos hablar de lo que sentimos si no sabemos qué es.
Falta de Empatía
Empatía no es sentir pena. Ni tampoco sentir compasión. Aquí puedes leer lo que NO es empatía. La incapacidad para entender los sentimientos del otro, el no saber conectar con las necesidades de la otra persona, son también evidencias de una baja inteligencia emocional. Y esto a menudo ocurre porque escuchamos para responder y no para comprender. Uno de los puntos débiles y que primero aprenden mis clientas es a trabajar la escucha activa. Sin una buena escucha, el resultado es una empatía pobre, una desconexión con la pareja. Es posible desarrollar la escucha activa y esto hará que puedas dar una respuesta más comprensiva y solidaria.
Carácter Fuerte
Por lo general, las personas que dicen tener carácter fuerte, en realidad carecen de inteligencia emocional. O por lo menos de la necesaria para manejar el estrés y regular sus emociones negativas.
Explotar en ira, gritar en casa cuando en el trabajo ha sucedido algo estresante, perder los nervios para luego arrepentirse pasados unos minutos, suelen ser también señales de una falta de inteligencia emocional. Existen técnicas para el manejo del estrés, como la respiración profunda, la meditación o el ejercicio. Así como es también útil diseñar estrategias para regular tus emociones y evitar reacciones impulsivas o desproporcionadas. Todo esto se aprende, te lo enseño, en el taller de Inteligencia Emocional. Puedes preguntarme y te informo a tu correo electrónico.
Resumiendo
- Detectando los signos de falta de inteligencia emocional habrás dado el paso más importante.
- El segundo paso será desarrollar y fortalecer esta habilidad. La inteligencia emocional, es una de los 5 «soft skills» o habilidades blandas más apreciadas en la empresa. En tu familia y en tu pareja, que son mucho más importantes, sería genial que lo hicieras tu prioridad. Para enfrentar los desafíos de la vida, una crisis, también para fortalecer tus relaciones y sentir la felicidad y el bienestar emocional que tanto deseas.
Ser emocionalmente inteligente no está limitado a un único rol en la vida. Independientemente de si eres un directivo, subordinado, ama de casa, padre de familia, profesora universitaria, maestro, deportista, estudiante, profesional, contable o emprendedora, la inteligencia emocional es fundamental para desempeñar tus roles de manera efectiva y encontrar la plenitud en tu vida.
¡Empieza hoy mismo tu viaje hacia una mayor inteligencia emocional y descubre el impacto positivo que puede tener en tu bienestar y felicidad! Envíame un mensaje. Puedes hacer el taller online, desde el país donde te encuentres.
Viki Morandeira