Sesgos cognitivos en la infidelidad podemos encontrar unos cuantos. ¿De qué me hablas Viki? ¿Qué tiene que ver la infidelidad de mi esposo con su mente? Me está siendo infiel y punto. Es un egoísta y no piensa en mi. ¿Qué es eso de los sesgos cognitivos en la infidelidad?
Si, lo sé, posiblemente no hayas oído hablar de esto antes, a mi me ocurrió igual. Pero tratando de entender la infidelidad , porqué ocurría, porqué alguien piensa como piensa, cuando desde fuera parece estar equivocado… llegué a descubrir, estudiar y aprender sobre los sesgos cognitivos en la infidelidad.
No encontré un artículo publicado que los relacionara de manera directa. No se habla de esto. Más bien fue estudiando las definiciones de los sesgos cognitivos que afectan a la manera de pensar de las personas en general que los fui relacionando con el contexto de la infidelidad.
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Sesgos Cognitivos en la Infidelidad
Un hombre, en una pareja sólida, con 15, 20 o más años de convivencia, con una familia, donde ha sido feliz, y de pronto, en un momento de bajón emocional, se acerca a otra mujer, (en la gran mayoría en su propio entorno laboral, un 95% de los casos). Es, en principio, una «amiga» , esa compañera de trabajo, con la que bromea, habla, entabla una relación de confianza. Donde empiezan a hacerse confidencias. En algunas ocasiones, ella le cuenta que lo pasa mal, y él se compadece, quiere entenderla. A veces, lo que les conecta es haber vivido una experiencia similar.
La infidelidad no ha sido buscada. Por eso este tipo de infidelidad se da en el entorno laboral. No ha decidido voy a engañar a mi esposa y luego fue a buscar con quien. Al contrario, ha tenido una amiga y no ha puesto límites a las bromas. Creyó que como él no era el tipo de hombre infiel, no había peligro en bromear con ella. Pero si lo había y sucedió.
¿Por qué? ¿Cuál es la explicación?
No puede ser casualidad, ni cosas que pasan. Luego de años trabajando con mujeres para ayudarles a superar la infidelidad, era demasiada coincidencia que la amante fuera alguien del trabajo en un 95% de los casos. Para mí tenía que tener una explicación. Y la curiosidad y la necesidad de entender me llevó a investigar y aprender no solo sobre la mente o las emociones, sino también sobre la biología.
Somos, además de seres racionales y seres emocionales, un organismo físico. Y nuestra biología, las hormonas que segrega nuestro cerebro, producen un efecto en nuestros comportamientos e incluso en nuestras decisiones y acciones. Así, la oxitocina que segrega el cerebro en un estado de confianza, da lugar al apego. La serotonina que regula nuestras emociones se combina con la dopamina que segregamos cuando estamos en un momento agradable…
¿Sabías que las «mariposas» se sienten en el estómago porque es ahí donde el cuerpo produce el 50% de la dopamina y entre el 80% y 90% de la serotonina? Algunos neurotransmisores se producen en el cerebro, pero otros, en los intestinos, como en este caso. La adrenalina o noradrenalina, también forma parte del cóctel, al estar haciendo algo que nuestro cerebro interpreta como «peligroso».
Una amistad, que generó confianza, con alguien de su entorno (mayormente laboral) , donde los distintos neurotransmisores que segrega el cuerpo tienen efectos físicos notables, hacen que una persona se cuestione todo, incluso 20 años de amor.
Y en el intento de «comprender» lo que le está sucediendo, comienza a pensar y pensar…. sin ser consciente de los sesgos cognitivos en la infidelidad que está viviendo. El intento de «racionalizar» algo biológico, le lleva a interpretaciones equivocadas de lo que le está sucediendo. Pasemos a enumerarlos y explicarlos un poco.
Sesgo del punto ciego
No ser conscientes de los sesgos cognitivos que tenemos y nos condicionan a la hora de pensar, es un sesgo en si mismo. Es más fácil ver la paja en el ojo ajeno, que la viga en el propio dice un refrán. No vemos que hay un punto ciego en nuestra manera de pensar sobre la infidelidad, sobre la situación que estamos viviendo y cómo la elaboramos en nuestra mente.
Un hombre, casado, en un matrimonio de larga duración, al sentir «algo» por otra persona, se cuestiona. ¿Qué es esto? ¿Qué me está pasando? Y se dice a si mismo, Si siento esto por esta persona, será que no quiero a mi esposa. Se ha dado esta explicación porque cree que no es posible sentir algo por dos personas a la vez. No entiende nada. Y al «creer» que no ama a su esposa, la mente empieza a encontrar argumentos y justificaciones que «avalen» ese pensamiento.
Efecto Contraproducente
El sesgo o efecto contraproducente de familiaridad dice que «cuanto más veces nos exponemos a una determinada información o idea, (sin importar si es verdad) más es probable que acabemos creyendo en esta idea.
Cada vez que un hombre se cuestiona su propia infidelidad hacia su esposa, con la que tiene una vida, una familia, unos hijos, y llega a la conclusión de que «si siente algo por otra persona» será que no siente amor por su esposa, mayor es la probabilidad de que se crea que esto es así. En cierta forma se auto convence de que no debe querer a su esposa. Y pueden decir frases como: «te quiero, pero como la madre de mis hijos» , «te quiero, pero no como te debería querer». Confunden querer con desear. Confunden lo pasajero con el amor que han construido gracias a años de crecer juntos.
Otro efecto del «efecto contraproducente» como uno de los sesgos cognitivos en la infidelidad explica que cuando se ha convencido de una idea, (no debo querer a mi esposa por eso me tengo que separar) esa idea, al ser desafiada por sus propios pensamientos (cómo voy a hacer esto, es ilógico, está mal, no es lo correcto) entonces, la primer idea se fortalece.
Percepción Selectiva
Este sesgo o error cognitivo cumple una doble función que ya fue definida en 1890 por William James, graduado en psicología por la universidad de Harvard. Este sesgo, podemos definirlo como el error que se da al percibir la realidad, siendo selectivo, al prestar atención a determinada información o idea, descartando el resto, en función de sus expectativas. Es decir, como «se ha convencido de que no debe amar a su esposa, porque siente algo por otra persona, entonces, descarta cualquier otra opción».
La doble función de la que hablaba W. James, reside en que el hombre está desbordado. Su mente piensa y piensa, para entender lo que ocurre, que tal cantidad y diversidad de pensamientos e información, hacen que su mente solo preste atención selectiva, filtrando la información, eliminando otras opciones. Es decir, deja de cuestionarse porqué hace lo que hace.
Sesgo de Optimismo
Eso no me va a pasar a mi. El sesgo optimista nos hace creer que nosotros estaremos libres de resultados negativos. Que a otros les puede ir mal, pero no a nosotros. La profesora de neurociencia cognitiva Tali Sharot fue quien introdujo la teoría del sesgo optimista. Este sesgo es el responsable de creer que esa relación con la compañera de trabajo saldrá bien, sin tener en cuenta que el 75% de las segundas relaciones son fallidas. Sin tener en cuenta que esos «resultados positivos» que predicen si siguen adelante, separándose, son fruto de la imaginación e idealización, más que de la realidad.
Otro concepto, que explica porqué un hombre no se da cuenta del gran error de percepción que está cometiendo, es el denominado Miswanting.
Miswanting
Haciendo el Mooc La Ciencia del Bienestar, de la universidad de Yale, me topé con esta palabra. Miswanting. Want, en inglés es desear. Y «mis» se refiere al error. Traducido, este concepto es la creencia equivocada de cuán felices seremos cuando consigamos determinada cosa. Por ejemplo, alguien puede pensar que cuando su salario ascienda a 2.000 euros será muy feliz. Pero la realidad es que cuando cobre los 2.000 euros no será tan feliz, ni por tanto tiempo. Pronto nos acostumbramos y eso que creíamos que nos haría la persona más feliz del mundo, no lo era…
Eso explica que el hombre en esta situación pueda creer que será feliz, a pesar de verse divorciado, a pesar de solo ver a sus hijos un par de fin de semanas al mes y algunos días entre semana, a pesar, incluso, de que esa relación con la compañera de trabajo no funcione. En muchos casos, creen que «deben intentarlo». Que están ante una oportunidad . Y eso precisamente lo creen, porque la mente falla al predecir cuán felices nos hará determinada situación. La realidad no suele ser así.
Sesgo de Confirmación
Otros de los sesgos que explican porqué un hombre bueno, a quien jamás se le había pasado por la cabeza ser infiel, de pronto se ve diciendo cosas como «nuestro matrimonio estaba muerto», «son cosas que pasan», «se puede tener otra relación, no siempre hay que casarse para toda la vida», etc.
Este sesgo o desviación que produce un juicio inexacto o interpretación ilógica, es el responsable de que una persona que está siendo infiel solo se apoye en las personas que opinan de tal manera que «confirman» su infidelidad. A ti puede parecerte extraño que tu esposo no quiera hablar con ese amigo al que tanto aprecia, o que se aparte del grupo de parejas amigas con las que siempre se ha llevado tan bien y de pronto se está apoyando y dejando aconsejar por alguien de su trabajo o por los amigos con los que sale a correr. ¿Por qué deliberadamente evita a quienes le dirían que es una locura lo que está haciendo? Porque el sesgo de confirmación lo impulsa a querer solo escuchar a quienes le apoyan.
La definición en wikipedia es la siguiente: El sesgo de confirmación es la tendencia a favorecer, buscar, interpretar y recordar la información que confirma las propias creencias o hipótesis, dando desproporcionadamente menos consideración a otras alternativas.
Puedes decirle a tu esposo que se equivocará si se divorcian, pero su mente (y los sesgos cognitivos que llevan a que sus razonamientos sean distorsionados) chocará una y otra vez con la realidad que sus propios sesgos le han hecho «creer», luego de «crearla» en su mente.
Sesgo de Apoyo a la Elección
Este sesgo es el que está detrás del «alivio» que puede sentir un hombre al dar el paso de marcharse de casa, de «tomar una decisión», incluso aunque la decisión no le haga feliz. Por eso podemos ver a hombres que lloran al marcharse de casa, dejando a su esposa. La presión y el dolor de estar en una doble vida , en cierta forma, hace que su mente les obligue a elegir entre quedarse o marcharse. Cuando lo peor que podemos haces es tomar decisiones definitivas en estados emocionales transitorios….
Sé perfectamente que toda esta larga explicación psicológica, biológica y demás, de la infidelidad de tu pareja, no hace que deje de doler y que deje de ser una grave amenaza para el futuro de tu relación, de tu familia y de tus hijos. Cuando tu esposo ha sido siempre un hombre increíble, muy lejos del concepto del típico infiel, es normal que no entiendas nada. Porque no es racional. No es lógico. Es irracional y distorsionado, originado en la mente de tu esposo y sin que el sea consciente de nada de esto.
Los sesgos cognitivos en la infidelidad se entremezclan con los pensamientos irracionales (definidos por el psicólogo Alber Ellis) y con las disonancias cognitivas. Entender cómo funciona nuestra mente sirve para entender porqué tu pareja cree que ya no te quiere o porqué justifica con argumentos su idea de la separación. En general culpándote de lo que está haciendo. (tú no me prestabas atención, me sentía solo, no teníamos sexo, etc)
Aún sabiendo y comprendiendo todo esto, sé que te será muy difícil enfrentarte a esta situación. Podemos trabajar juntas. Este mes, junio, se cumplirán justo 10 años desde que comencé a ser coach para mujeres en crisis de pareja.
Escríbeme.
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Viki Morandeira
Coach Ontológico
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