No nos entendemos en pareja
¿Sabrías cómo son tus ojos, tus pestañas, tus cejas, tu cara, si no tuvieras un espejo en el que mirarte? Si quieres saber qué pasa cuando no nos entendemos en pareja, te invito a que busques los espejos que tienes a tu alcance.
No, no me refiero a espejos de verdad. Estoy hablando de ver tu propio reflejo o el de tu pareja, al mirar para conocer mejor a tus suegros, tus padres o los hijos comunes. Cuando no nos entendemos en pareja , tenemos la oportunidad de saber algo más del otro, a través de esos «espejos».
Conocerse para fortalecer la pareja
Todos queremos tener una buena relación, ser felices, sentirnos bien con nuestra pareja. Y en ese afán buscamos herramientas y enfoques que creemos que nos puedan servir.
Cuando no nos entendemos en pareja, es necesario trabajar en conocernos mejor. Uno de los espejos más poderosos para entender cómo somos y cómo interactuamos con el mundo son nuestros familiares. Concretamente, mirar hacia tus padres puede ayudarte a que te conozcas más. Mirar a tus suegros, puede ayudar a que entiendas a tu esposo. Y mirar a los hijos, para conocerlos, con suerte, hará que puedan reconocer en ellos características tuyas y de tu pareja.
En este artículo, explorarás cómo mirar a tus padres, suegros y a tus propios hijos puede que sean una fuente de valiosa información sobre ustedes. Y eso ayuda a la relación, cuando piensas » no nos entendemos en pareja » .
Los espejos familiares
Tus padres
Lo que has vivido, pero también la genética, supone una huella en tu manera de pensar y comportarte. Quizás te pareces más a tu padre. Quizás más a tu madre. Y esto es algo a tener en cuenta. En no pocas parejas el marido, en crisis, ha echado en cara a mi clienta que no quería que acabaran como su padre y su madre. Y al ver a su pareja similar a uno de ellos, se imaginaba en el futuro sufriendo.
Es importante detectar esos patrones y dinámicas que podemos estar compartiendo con la relación de nuestros padres y analizar si son positivas o negativas para nuestra propia relación. Así podemos identificar fortalezas, pero también áreas de mejora.
Su manera de comunicarse, de resolver conflictos y de expresarse amor y afecto puede servir de inspiración para mejorar y copiarlos, o para mejorar por no repetir sus errores. También busca contemplar tu reflejo en uno solo de ellos. ¿Tienes conductas similares a las de tu padre o a las de tu madre? ¿Tu pareja se queja de que eres igual a alguno de ellos dos? No quiero decir con esto que sea malo ser como eres. Conocerse es imprescindible para dejar de decir: No nos entendemos en pareja. Y conocerse pasa por ver más allá de ustedes, para poder detectar aquello que pueda estar afectando a la relación.
Nuestros suegros
La relación con nuestros suegros ofrece una ventana hacia la familia de nuestra pareja y pueden ser una fuente de aprendizaje adicional. Al observar cómo interactúan y cómo se relacionan con su hijo o hija, podemos obtener información valiosa sobre su crianza y sus valores familiares. Pero ojo. No les mires para juzgarles. Serán diferentes a tus padres. Lo que no quiere decir que mejores, ¿okay?
La empatía y el respeto hacia nuestros suegros ayudan a crear un entorno familiar armonioso y promueven una relación de pareja más sólida.
Tu pareja se comporta en ocasiones como su padre o su madre. Intenta conocer cómo piensan, así conocerás también mejor a tu pareja.
Nuestros hijos
Los hijos son un reflejo de nosotros mismos y nuestras enseñanzas, y su impacto en nuestra vida es profundo. Además, los hijos nos desafían y nos permiten crecer como individuos y como pareja. Si tienen más de un hijo, es posible que uno haya heredado tu manera de comportarse y el otro la de tu pareja. Ver esas conductas en nuestros hijos, con compasión y amor, hace que podamos juzgar mucho menos a nuestra pareja. Somos diferentes. No intentes que tu pareja piensa, haga y sea como tú. Eso es lo peor que le puedes hacer. Lo mismo, no se lo hagas a tus hijos.
Aplicando el autoconocimiento en la pareja:
1. Comunicación efectiva: Al comprender cómo nos relacionamos con nuestra familia y cómo esto influye en nuestras interacciones, podemos identificar patrones de comunicación poco saludables y trabajar en mejorarlos. La mayoría de las parejas habla, pero pocas tienen una sana escucha activa y una buena comunicación efectiva. Si hablan y sigues pensando no nos entendemos en pareja, posiblemente sea porque no son conscientes de las diferencias que ustedes tienen. Puedes leer algunas en este artículo sobre los metaprogramas.
2. Gestión de conflictos: No existe ningún motivo lo suficientemente importante como para hacer daño a lo más valioso. Ninguno. Si tú eliges no discutir, si eliges poner por encima de todo el respeto y el amor, antes que tener la razón, te aseguro que se acabarán los conflictos. Sí, piensan diferente. Pero eso no es motivo para echarse en cara las cosas.
3. Crecimiento personal conjunto: Al reflexionar sobre nuestras relaciones familiares, también podemos identificar áreas en las que deseamos crecer como individuos. Con 37 años y tras 21 y medio junto a mi esposo, nos sacudió una crisis. Y al borde estuvimos del divorcio. Fue gracias a mi crecimiento personal, a trabajar en crecer, desde el coaching, como logré evitar el divorcio, perdonar la infidelidad, reconstruir la confianza, sanación emocional y construir una pareja mucho más sólida. En este 2023 hemos celebrado 36 años juntos.
Conclusión
Mira a tus padres, suegros y a tus hijos, con curiosidad por conocerles y entender sus mundos, sus conductas, sus miedos, sus emociones y pensamientos, hará que puedas ver el reflejo de tu pareja y el tuyo, en ellos. Eso te proporciona una valiosa oportunidad de conocerte mejor a ti y a tu pareja.
Aprovecha estos espejos familiares como herramientas de autodescubrimiento y aprendizaje.
Recuerda que el objetivo no es juzgar ni reproducir los mismos errores, sino utilizar la información obtenida para crecer y evolucionar. Al hacerlo, serán una pareja más consciente, comprometida y amorosa, capaz de construir una relación sólida y duradera.
Si no entiendes a tus padres, a tus suegros, si sigues pensando no nos entendemos en pareja, escríbeme. Juntas, en un par de sesiones, miraremos en los espejos familiares y te ayudaré a entender los porqué de tus conflictos con ellos, al entender el porqué de sus conductas.
¡Tu trabajo tiene un poder transformador en tu vida y en tu relación de pareja!