Si hablamos de crisis de pareja, de ruptura de un matrimonio de larga duración, podemos tener por seguro que nos encontraremos con explicaciones muy diversas.
El amor se terminó, ya no se llevaban bien, discutían todo el tiempo, no eran una pareja enamorada, eran incompatibles, hubo infidelidad….. Las explicaciones que se suelen dar para un divorcio son muchas y yo creía que así era.
Pero nada de eso sucedía en mi matrimonio cuando nos enfrentamos a nuestra crisis y cuando a punto estuvimos de divorciarnos. Tras 21 años juntos, con tres hijos, una pareja envidiable, de pronto estábamos hablando de abogados, de vender propiedades, repartir bienes y el tiempo que pasaría cada uno con los niños…
No podía entender absolutamente nada. Y fueron necesarios varios años para llegar a comprender con total claridad qué nos había sucedido.
Uno piensa que se divorcian las parejas que no se aman. Pensamos que para que una relación entre en una crisis, se tienen que dar peleas, discusiones, conflictos…. Pensamos que uno de los dos o los dos, tienen que ser personas sin escrúpulos. Y nada más lejos de la realidad.
Sintomas de una pareja en crisis
¿Por qué una persona, en un matrimonio de larga duración, de pronto, sin buscarlo, cae en una infidelidad?
¿Cómo, si ha sido una persona de valores, que criticaba a quienes no eran leales a en sus relaciones, de pronto ha cambiado y ahora justifica la separación?
Obviamente, cada persona es un mundo y cada pareja un universo, pero sería absurdo mirar para otro lado y no tomar en cuenta que este tipo de crisis es mucho más habitual de lo que imaginamos. Nos enteramos de los divorcios, porque es notorio, pero no de la cantidad de parejas que pasan por una crisis que les pone al borde del divorcio, y que luego recuperan la relación y la mejoran considerablemente gracias a los aprendizajes hechos tras esta crisis.
Luego de ocho años como coach, acompañando a varios cientos de mujeres, guiándolas para recuperar sus parejas, las coincidencias son tantas que ya no son para mi coincidencias, sino realidades, síntomas de una pareja en crisis que no supo ver que estaban caminando en esa dirección, como nos ocurrió a nosotros.
Si quieres comprobar los números en este enlace puedes leer el pdf de la nota de prensa del INE, (Instituto Nacional de Estadísticas) donde te sorprenderá comprobar que lo que te está ocurriendo a ti le ocurrió por lo menos a 100.000 parejas en España durante el 2016. Y sin contar las parejas que no han registrado su relación.
¿Se va con su secretaria? ¿Se va con una compañera de trabajo, con la jefa? Como coach de parejas, desde 2010, puedo decirte que en el 99% de las parejas con las que he trabajado se repite esa condición.
Un hombre bueno, con valores, siempre dándolo todo por su familia, por sus hijos y esposa, que llevaba 15, 18, 21 años casados, que amaba a su mujer, de pronto para sorpresa de amigos, familiares, hijos y de su esposa, pide la separación. Y previamente, aunque en secreto, inicia una relación con alguien de su entorno, en la mayoría de las veces, laboral.
Si no te ha pasado a ti, seguro que conoces a alguna amiga que le ha ocurrido. De pronto, incluso con la apariencia de ser una pareja perfecta, de muchos años, con un matrimonio sólido, el hombre comienza a comportarse de una manera extraña. Los sintomas de una pareja en crisis incluyen una mayor irritablilidad, la persona se vuelve más distante, distraída, triste o ligeramente deprimida, posiblemente pendiente del teléfono en todo momento, sin separarse de el, nada le parece bien, sale y vuelve cada vez más tarde, no llega a la hora de siempre… hasta que un día pide tiempo, o dice que ya no siente lo que debería sentir. Te quiero pero no te amo. Eres una mujer perfecta, jamás encontraré alguien como tú, pero se acabó la pasión. Terribles y devastadoras frases.
¿Qué hace que un hombre que jamás había pensado en serle infiel a su esposa de pronto se vea arrastrado a una relación incontrolable?
Esta es una pregunta para la que se busca explicación, porque es algo completamente incomprensible. Incluso para el hombre no tiene explicación cuando se encuentra con una infidelidad de este tipo. El hombre NO estaba buscando una relación, no estaba intentando encontrar alguien con quien engañar a su esposa!!!
Este tipo de situación ocurre “por sorpresa” para ambos. Y aunque al principio la esposa no esté enterada de la situación, su esposo está pasando por uno de los momentos más desconcertantes para él.
La infidelidad que se da en el centro de trabajo siempre ocurre sin buscarla. Uno tiene afinidad con alguien, comodidad para hablar, para escuchar sus problemas, surge la empatía, la confianza y también hay complicidad, se ríen con esa persona, hacen bromas, comparten algunos puntos de vista o ella le cuenta sus problemas, no está bien en su pareja, no es feliz, y el hombre siente compasión cuando le cuenta sus problemas y se va creando una conexión, sin darse cuenta, sin pretenderlo, sin buscarlo.
Al principio, pueden incluso hablar de esta persona en casa, a su esposa, mientras aún no han empezado a “sentir” algo tan fuerte, mientras es solo una amistad, alguien con quien se llevan bien.
Somos seres emocionales. Aunque creamos que somos seres racionales, lógicos, los impulsos que sentimos, por efecto de las hormonas que segrega nuestro cerebro, son impulsos, emocionales, aunque luego nuestra mente quiera “disfrazarlos” de lógicos.
¿Cómo puede gustarme o hacerme sentir bien estar con mi compañera de trabajo si amo a mi esposa?
¿Será que me siento a gusto con ella porque en realidad he dejado de amar a mi esposa?
¿Por qué se me acelera el corazón cuando hablo con ella, cuando me escribe un Hola con una carita sonriente en el wassap?
Esa amistad, y esa emoción que se genera fruto de la oxitocina segregada al sentir confianza, genera dudas, preguntas, miles de vueltas en la cabeza del hombre.
Al sentir confianza rompemos algunas barreras. Hacemos bromas, y si son correspondidas, nos sentimos cómodos, a gusto… Reír genera endorfinas.
Todo es incomprensible para el “hombre bueno” que de pronto siente atracción por alguien que no es su esposa y se encuentra ante un escenario que jamás imaginó que tendría que enfrentar. El NO es un infiel. El NO es una mala persona. Pero ¿esa atracción, esos sentimientos, qué son? Su mente no hace más que seguir dando vueltas y vueltas.
Se está bien con esa persona. Pero ama a su esposa!! Por lo tanto, comienza una situación de “doble vida”. NO revela que está ocurriendo en su trabajo, en su tiempo libre, en su wassap, porque aún no puede creer que EL ESTE HACIENDO ALGO ASI!! Pero al encontrarse en esta situación, comienza a tener que contar pequeñas mentiras. Como además de no ser infiel, tampoco es mentiroso, su estado emocional se ve alterado entrando en un estado de ansiedad, irritabilidad, sintiéndose perseguido, con miedo a ser descubierto.
Esta “doble vida” de la que hablo, no es una doble vida, en la que se convive con dos mujeres a la vez, para nada. Sino una situación emocional “doble”, donde se sienten a gusto con dos personas a la vez.
Pero claro, la mente no permite esto, porque dentro de la lógica del hombre bueno, del hombre que NO es infiel ni aprueba en absoluto la doble vida, ALGO TIENE QUE ESTAR MAL. ES IMPOSIBLE LO QUE OCURRE.
Y comienza a comparar a ambas personas, a su compañera de trabajo, con su compañera de vida. En una relación de larga duración, al ser humanos, al ser humanas, lo normal es que no seamos perfectas y que en algún momento nuestro esposo pueda haberse sentido solo, no apoyado, o no valorado, o pueda haber sentido que la rutina le pesaba, que la relación no es tan pasional como al principio… Además, también nos comparamos, o mejor dicho, el hombre se compara con su esposa. Ella no es de tal manera, y yo soy de tal manera, como mi compañera de trabajo….
Esta comparación, fruto de un cerebro que no entiende que lo que siente es el resultado de una combinación de hormonas, y busca racionalizarlo, hace que surjan tantas preguntas que llegan a hacerle dudar de su amor hacia su esposa. Ella ríe, mi esposa está siempre enfadada. Ella enfoca los problemas de una manera, mi esposa de otra. Y el hombre MAS MARAVILLOSO pueden caer en una infidelidad sin apenas darse cuenta!!!
Como he comprobado en varios cientos de parejas desde el 2010, esta infidelidad no suele confesarse. Al principio es algo extraño, ni ellos mismos se creen lo que está sucediendo, lo que han hecho!! Y se sienten mal, por un lado, porque están a gusto con esa persona y también pueden estarlo con la esposa.
Pero tras las pequeñas mentiras o mejor dicho, tras no contar lo que está sucediéndole, y la llegada de la ansiedad, la angustia de esa especie de doble vida, su personalidad se ve afectada. Hay cambios en el trato y sus actitudes hacia la esposa comienzan a ser frías, distantes. Pueden sentirse controlados, perseguidos, con cualquier pregunta inocente que la esposa le haga, porque aunque ella no sospeche nada, ellos si saben que algo está ocurriendo y todo se lo pueden tomar como control o vigilancia, cuando a veces simplemente su esposa le pregunta a qué hora regresará a casa para organizarse y preparar la cena.
- Se pasan el día pegados al teléfono móvil, o no lo hacen delante nuestra, pero no lo sueltan nunca, le ponen clave y su móvil está más resguardado que un tesoro.
Si una persona oculta algo, miente día tras día, se encuentra en un estado de estrés que su esposa no comprenderá, porque no hay motivos en la relación, para las actitudes distantes o incluso agresivas de su esposo.
Y surgen, en un momento dado, en esa búsqueda de una respuesta lógica, las disonancias cognitivas.
Ese hombre a quien jamás se le pasó por la cabeza separarse, que ha criticado o mirado mal a otros hombres al saber que engañaban a sus esposas o que las dejaban por otra, de pronto se ven en ese lugar y NO SE SIENTEN MALAS PERSONAS, PORQUE NO LO SON.
Las disonancias cognitivas cumplen una función. Poder hacer aquello que creemos “lógico” avalados por justificaciones “racionales”.
- Ya no había pasión en nuestro matrimonio.
- Nuestro matrimonio lleva muerto años.
- No somos compatibles, somos muy diferentes.
- El amor se ha terminado…
La mente de un hombre bueno, que se sabe un hombre bueno, no puede tener una doble vida, ni una infidelidad, ni separarse porque simplemente se siente atraído y a gusto con otra persona que no es su esposa. NECESITA UNA EXPLICACION RACIONAL, LOGICA, UN ARGUMENTO VALIDO para que su propio cerebro no oponga resistencia y le dé el okay.
¿Por qué todo esto?
Porque viví todo esto hace algo más de 9 años. Porque hoy, mi esposo y yo somos inmensamente felices, a pesar de una crisis matrimonial que nos llevó al borde del divorcio, tras 21 años en su mayoría hermosos, con sus más y sus menos, con tres hijos que hoy están agradecidos de que no hayamos roto su familia, sin antes luchar, sin antes tratar de encontrar explicación a algo que era inexplicable para su padre y para su madre.
Porque escuché cada disonancia cognitiva de mi esposo, y tenía que morderme la lengua, porque esa pasión que el decía que se había perdido hacía tiempo, la había sentido yo unas semanas atrás, cuando él aún estaba empezando esa doble vida que le desconcertó y le hizo poner en duda su amor, sus valores, su propia vida.
Porque ningún matrimonio llega a las bodas de oro sin haber pasado una o dos crisis, de las gordas.
Porque lo que no nos mata, nos hace más fuertes
Porque tanto mi esposo como yo nos habíamos casado para toda la vida, para formar esta familia, para darle a nuestros hijos un hogar donde sentirse seguros, acompañados, amados.
Porque somos humanos y gracias a poder aceptar nuestros errores pudimos también darles a nuestros hijos un ejemplo de humildad y de madurez.
Porque somos humanos, cometemos errores y vale la pena luchar por lo que durante toda nuestra vida fue nuestra prioridad. Porque nuestros hijos, nuestra familia, forman parte de nosotros y obligarnos a separarnos es una agresión tal hacia uno mismo, que nos hace volver personas irritables, que sufren, alteradas por cualquier cosa, cuando antes éramos personas tranquilas…
Porque vale la pena ir contra la corriente en un mundo donde cada vez más se impone la cultura del usar y tirar…., para no tirar por la borda nuestra vida, nuestro amor, sino crecer y trabajar en reparar lo que pudimos haber hecho mal.
Porque esto es un 50% responsabilidad de cada uno y hay que dar el 100%. Porque cometimos el error de creer que era el otro quien debía hacernos felices o quien debía despertar nuestra pasión…. Cuando eso también era responsabilidad nuestra…
Porque en el futuro nos agradeceremos no haber cometido el error de apostar por algo que nuestras hormonas nos piden hoy, dejando de lado algo que nuestro corazón amó, cuidó y puso en primer lugar durante la mayor parte de nuestra vida…
Porque esto no te está pasando solo a ti, porque le ocurre a miles, millones de personas, en la mitad de la vida, en matrimonios de larga duración, donde una infidelidad es un llamado de atención para despertarnos, para hacernos reaccionar, para recordarnos que estamos vivos y que aún sentimos y deseamos sentir.
Porque esa “amistad” pronto será vista sin las emociones producidas por las hormonas… y caerán esas disonancias cognitivas que te hicieron ir contra tus valores y principios y quizás ya sea demasiado tarde como para volver atrás.
En momentos de caos emocional no es bueno tomar decisiones definitivas. Date tiempo. Dale a tu familia una oportunidad. ¿De qué te quieres divorciar? ¿Qué quieres solucionar con el divorcio?
Una vez que entramos en crisis, es necesario buscar ayuda, porque haciéndote las preguntas adecuadas podrás encontrar las mejores respuestas y volver a apostar por la relación.