mi marido quiere ser libre

Mi marido quiere ser libre ¿Quiere ser soltero?

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Desde la puerta, ya con un pie fuera, gritó hacia dentro de nuestra tienda, donde estaba yo: –¡¡Quiero vivir!! Mi marido quiere ser libre ¿acaso no lo es?

Esas palabras fueron desconcertantes. ¿Vivir? ¿Yo le impido vivir? ¿Acaso no tiene ya suficiente libertad alguien que sale y entra de casa sin decir muchas veces ni siquiera a dónde va? ¿No tiene libertad alguien que dispone de su tiempo libre, hace deporte y no tiene que cuidar de sus hijos, ni limpiar ni cocinar?

En ese momento, mi respuesta «reactiva» fue: -Pues yo no elegí este trabajo que tenemos, fue tu decisión. – pensando que lo que le impedía «vivir» era nuestro horario comercial en las tiendas que teníamos. Y como suele ocurrir cuando no escuchamos para comprender, sino para responder, esa fue mi respuesta. Personalicé la situación, pensando que él me responsabilizaba a mi de no vivir y buscando «lavarme las manos» dándole una explicación sobre el motivo por el que yo creía que él no era libre , no vivía. Y desde luego, ese no era motivo para querer el divorcio. Yo no era culpable. ¿Iba a castigarme por algo que yo no había hecho?

Pero sus palabras quedaron retumbando en mi mente.¿Qué hace que no se sienta libre alguien que, según yo lo veía en ese momento, tenía toda la libertad del mundo?

Contenido

Vivir la vida, Ser Yo mismo.

Dicen que las mujeres somos complicadas…, pero ¿los hombres no lo son acaso?

Con lo sencillo que sería que hablaran, que pudieran decir lo que quieren, lo que sienten, lo que piensan…. en lugar de decirnos una frase y dejarnos a nosotras interpretar qué han querido decir.

¿Tu esposo, tu pareja, te ha dicho que quiere ser libre, que necesita libertad? 

Mi marido quiere ser libre , también

En más de una ocasión el motivo que expresan los esposos de mis clientas, para hablar de separación,  tiene que ver con la libertad, con vivir.

¿Qué nos está diciendo con esto? Hay una frase que suelo repetir.

«Lo que Juan dice de Pedro, dice más de Juan, que de Pedro»

¿Qué te dice tu esposo cuando sientes que te responsabiliza a ti de no ser libre o de no «vivir»?

Reflexionemos sobre esto. Y procura comprender, antes que juzgar o decidir que el «debería» saber hacerlo de otra manera, que el «debería» haberte hablado sobre cómo se sentía o que el «podría» haberlo hecho de una manera diferente. Estoy de acuerdo en que tu esposo podría haber hablado más, podría haberlo hecho de manera diferente, pero la cuestión es que NO podemos resolver lo que «se podría haber hecho». Solo podemos resolver lo que es, lo que se hizo, cómo se hizo. 

Mi marido quiere ser libre ¿por qué?

Si tu esposo te ha hablado de libertad, de necesitar ser «el mismo» , de que tú has decidido todo lo que el debía hacer, etc… aunque tú creas que está equivocado, es necesario asumir que así es como él se siente. Así es como SE HA SENTIDO. Y quizás, puede echarte en cara situaciones que ya ni recuerdas, que ocurrieron hace 20 años, cuando aún eran novios!!!

Si alguien no se siente libre ¿cómo se siente?

Si alguien necesita ser «el mismo» ¿como se está sintiendo en este momento?

¿No quiere asumir responsabilidades? ¿Le viene grande la paternidad? ¿Es egoísta y solo piensa en si mismo? ¿Esto es solo una crisis de los 40, algo que él tiene que resolver?

Seguramente, si tu esposo te ha hablado sobre «ser libre» tienes tus teorías. Permíteme compartir contigo otra.

Una persona que habla sobre «ser libre» siente justo lo contrario. ¿Qué la ha hecho sentirse así? ¿Tú le has puesto límites? Sin darnos cuenta, es probable que haya ocurrido, que le marcáramos algunos límites. Sin ser conscientes de ello.

Lo que sucede es que esos «límites» que siente tu esposo se han generado en su comportamiento hace mucho tiempo. Desde el inicio de la relación. Los pusimos, sin darnos cuenta, con nuestra conducta, con nuestra opinión o forma de tratarlos y eso quedó ahí en ellos. Por ejemplo si tú en el pasado comentaste que determinada música, o determinada ropa o determinadas acciones eran «negativas» o malas o feas, y tu esposo, por el motivo que fuera, quería escuchar esa música, vestir esa ropa o hacer eso que tú veías mal, tiene grabado que tu desapruebas  que escuche esa música, use esa ropa o haga eso.  Sus «limites» también los ha puesto el mismo. Porque en su afán por gustarte, por verte feliz, el ha sido quien ha censurado eso para no sentir tu desaprobación. Su límite puede ser cualquier opinión que tú hayas expresado, algo que para ti no era apropiado y eso le generó la sensación de NO TENER LIBERTAD.

Necesita «ser el mismo»

Porque tu esposo siempre ha querido gustarte, ser aprobado por ti, así como él es. Y si algo que a él le gusta, a ti no te gustaba y lo has expresado de manera tajante se convirtió para él en un límite.

No es que tú le hayas puesto ese límite. Es como él se sintió en determinados momentos cuando, queriendo «ayudarlo», quizás le dijiste que debía vestirse de otra manera.

Tu esposo puede haber dicho que necesita ser libre, pero no saber explicar bien a qué se refiere o dónde siente que tiene límites impuestos por ti. O puede estar reprochándote todas esas situaciones en las que, con buena intención, diste tu opinión!

Por ejemplo, recuerdo una clienta de México, que al principio del noviazgo opinaba que los hombres con botas texanas y sombreros eran «campesinos» cuando su esposo usaba esa ropa. El, queriendo tener la aprobación de su esposa, durante muchos años NO uso botas o sombreros aunque siempre le gustó usarlos!!! No podía «ser el mismo» porque hacerlo le producía dolor, le hacía recordar que su esposa tenía una imagen negativa de ese tipo de vestimenta.  Sintió que no era libre.  ¡¡Es necesario que puedas comprender que tu esposo pudo tomar un comentario tuyo como una prohibición tajante!!!

Todo sería más fácil

Por supuesto que el podría haber hablado. Tu esposo podría haberte dicho lo que le hacía sentir «limitado» o podía haber hecho lo posible por que tú comprendieras como se sentía. Pero recuerda, las cosas no han sido como podrían haber sido. Ocurrieron como ocurrieron, y eso es lo que te toca resolver.

El hombre quizás podría decir:  ¿Sabes? No entiendo que hay de malo en usar lo que a mi me gusta. Me hace feliz ponerme sombrero y botas texanas.  Me gustaría que no me juzgaras por la ropa que llevo, porque a mi me hace daño.
Sería más fácil si tu esposo lo hubiera dicho. Pero quizás lo intentó y no supo cómo decir lo que le molestaba. O quizás lo intentó decir  y tú pudiste fallar en escuchar para comprender. Y como respuesta, en lugar de respetar su elección de estilo para vestirse, quizás volviste a argumentar tu punto de vista sin ser consciente de que eso para él era doloroso.

Aunque tú no le has puesto esos límites, es importante que tu esposo pueda sentir que ya no los tiene. No funcionará decirle que esos límites se los puso él mismo.  Para que él lo vea y entienda primero necesitamos entender cuáles fueron esas opiniones nuestras que crearon en él sus límites y autocensuras.

Tu pareja necesita sentir que puede ser el mismo a tu lado  sin miedo a tu desaprobación

Yo también creía que mi esposo tenía más libertad que nadie porque hacia lo que quería, yo no tenía que darle permiso para nada, pero mi cara reflejaba desaprobación cuando se iba o volvía. Y eso resultaba para nuestra relación peor que si le hubiera dicho no te dejo salir.  O mi manera de pensar sobre algún tema (los ovnis no existen, son una tontería, son fotos trucadas) le impedía a mi esposo ser el mismo y poder hablarme de algo en lo que él si cree.

¿Comprendes los límites que siente?

¿Cómo crees que pudo sentirse tu esposo, a tu lado, a la hora de ser, pensar y hacer algo distinto a lo que tú aprobabas?

A veces, por ejemplo, por vergüenza ajena puedes haberle dicho que no hablarán de tal tema o de tal manera o que no hicieran chistes feos o cualquier cosa que a ti te daba vergüenza y esa censura le impidió sentirse libre a tu lado. Porque recuerda, para el hombre lo importante es que su mujer esté feliz. 

Esto puede hacer que durante una buena parte de la relación tu esposo tuviera la sensación de no haber sido libre, de haberse sentido obligado a ser y actuar como tú querías. Pero a la larga eso no se puede sostener. Tu esposo no puede ser cómo tú crees que debería ser, porque le genera infelicidad. Y al forzarse durante años en «hacerte felices» puede haberle hecho sentir que para poder ser el mismo tenía que estar solo o sin ti.

el arte de no amargarse el matrimonioEsto lo aprendí el día en que mi esposo me dijo QUIERO VIVIR.  De ahí empecé a hacerme preguntas. ¿Qué significa que quiere vivir? Me costó entender que no se sintiera libre cuando él salía cuando le da la gana, cuando yo consideraba que no lo tenía con correa!!! Necesité comprender como mis propios juicios, opiniones y formas tajantes de pensar sobre algunos temas en los que no opinábamos igual, eran lo que le habían causado esa sensación de No ser libre a mi lado.  El error de ellos es obligarse a hacer todo para que seamos felices sin darse cuenta que ellos mismos son los responsables del vaso que se va llenando. Ambos cometemos errores que podemos evitar si comprendemos El Arte de no amargarse el matrimonio. (por si te interesa leer mi libro)

En este momento quizás no sepas qué pasos dar para cambiar esta situación. No necesitas hacerlo sola. Podemos trabajar juntas en ello. Conseguir que tu esposo se sienta libre, sin necesidad de divorciarse, es algo que tú puedes lograr.

 

Viki Morandeira

Coach Ontológico.

 

 

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Comments

  1. Sincero Perez says

    Lo que el esposo quiere decir es que esta cansado y desea que todo haya sido una pesadilla y nunca haberse casado.

  2. Vikimora says

    Es muy triste, y es una respuesta que nos debería hacer reflexionar. Porque ni el hombre ni la mujer se casan o forman una pareja para que el otro viva en una pesadilla. Es una respuesta que debería hacer reflexionar a muchas personas, cuando su pareja les expresa que quizás nunca debió casarse. No es fácil mirar hacia uno mismo y preguntarse, ¿Qué parte de responsabilidad tengo yo en que mi pareja se sienta como viviendo una pesadilla? La mayoría de las veces haciéndonos esa pregunta podemos comenzar a ver las cosas de forma distinta y de ahí, hacer los cambios que mejorarían nuestra relación.
    También, hay que asumir que una relación es cosa de dos. Un 50% de cada uno. Ni toda la culpa será mía, ni toda del otro. Cada uno necesita buscar en qué fallo o qué pudo haber hecho de manera diferente, para que la relación no llegara a ese punto de crisis.
    Es duro, pero si, muchos hombres dicen basta, porque están cansados, porque su vaso se llenó.
    Es una pena, porque muchas parejas pueden salvarse si uno aprende a que su vaso NO se llene y si la otra parte aprende a no llenar ningún vaso!!!
    Un saludo

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